La descalificación de un gran Aranburu da la victoria a Gregoire; Schachmann sigue líder

El francés Romain Gregoire (Groupama-FDJ) fue declarado vencedor de la tercera etapa de la Itzulia 2025 después de que el español Alex Aranburu (Cofidis), quien había llegado a meta en solitario tras un gran final, fuera descalificado por no haber tomado una rotonda por donde debía.

Aranburu (Cofidis) llegó primero a la meta tras un recorrido por Gipuzkoa de 156,3 kilómetros salpicado de altos puntuables con salida en Zarautz y llegada en Beasain, tras el que sigue líder el alemán Maximilian Schachmann (Soudal-Quick Step), segundo en la etapa por delante de su gran rival, el portugués Joao Almeida (UAE).

Al final, al corredor guipuzcoano se le quedó en nada su contraataque a 1,8 kilómetros de meta a Almeida, quien a su vez había atacado un poco antes. También es verdad que, de la curva que dio por donde no la dieron sus perseguidores, salió con una ventaja casi definitiva. Si bien su ventaja ya era buena al llegar a ella, ya en el último kilómetro.

Aranburu fue el más decidido de un grupo de diez corredores que llegaron por delante en una gran etapa, que al final se llevó Gregoire por haber ganado ese sprint por la segunda posición al líder Schachmann, quien, gracias a esos 6 segundos de bonificación, mantiene el maillot amarillo.

Ahora el germano tiene con dos segundos sobre Almeida y 6 sobre el también alemán Florian Lipowitz (Red Bull-Bora Hansgrohe), quien sumó un segundo de bonificación en un sprint intermedio.

El gran protagonista de la primera mitad de la etapa fue el francés Bruno Almirail (Decathlon AG2R La Mondiale), el que más beneficio sacó de los múltiples ataques que se dieron tras la salida en Zarautz.

Al principio le acompañó su compatriota Matteo Vercher (TotalEnergies), pero después rodó solo hasta que los movimientos en el pelotón hicieron que le cazasen a 75 kilómetros de meta primero un trío de ilustres, Sepp Kuss (Visma-Lease a Bike), Alexandr Vlasov (Red Bull-Bora) y el mexicano Isaac del Toro (UAE), e inmediatamente el pelotón.

Con esa fusión comenzaron las hostilidades entre los mejores, con el Red Bull-Bora y el UAE al ataque, el líder Schachmann a la defensiva y Pello Bilbao (Bahrain) y Ion Izagirre, las grandes esperanzas vascas para la general de la carrera, cortados por problemas físicos y fuera de la pelea entre los mejores.

El trabajo de UAE se intensificó con un ataque de Marc Soler, aunque reaccionaron en el pelotón los franceses Clément Berthet (Decathlon AG2R La Mondiale) y Rudy Molard (Groupama-FDJ).

Hizo camino el trío, tomó un minuto de ventaja y Soler, que estaba a 20 segundos del maillot amarillo y además sumó los 3 segundos del sprint del primer paso por Beasain, se puso líder virtual antes de encarar el primero de los dos grandes muros de la etapa, el de Gainza (casi 2 kilómetros al 15,1 por ciento de desnivel y una cuesta de 800 metros al 16,8).

En tan tremendas rampas fueron cediendo del trío cabecero Molard y Soler, lo que dejó por delante a Berthet, aún con la buena ventaja de 50″. En el pelotón pareció pasar muchas dificultades Schachmann, aunque se quedó con el grupo de los mejores, que en la cima era de unos 15 corredores, a quienes se sumaron otros grupos en la bajada.

No acabaron las hostilidades y hasta Schachmann se decidió a atacar, lo que rompió el pelotón principal dejando al principal favorito, Almeida, en un segundo grupo perseguidor de Berthet. El francés también fue líder virtual y se mantuvo por delante hasta Lazkaomendi, en principio punto crucial de la jornada.

Aunque en las paredes verticales de ese muro, con tramos hasta el 18 por ciento, cedió ante las apariciones estelares del colombiano Harold Tejada, el primero que atacó, Lipowitz, Aranburu, Schachmann en la cima y Almeida en la bajada hacia Beasasin. En esos 5 kilómetros finales le atacó Aranburu para conseguir la que creía que era su segunda victoria en la Itzulia tras la que consiguió en 2021 en Sestao.

Pero no fue así. Los jueces entendieron que sacó ventaja en una rotonda, Gregoire fue el ganador oficial y Schachmann sigue de amarillo en su idilio de años con la carrera vasca. En ella suma ya siete días de líder. Con el de hoy, las tres etapas de esta edición.

La etapa de mañana, la cuarta de la carrera, tiene un perfil similar a la de hoy, con un recorrido de 169,6 kilómetros entre Gipuzkoa y Bizkaia, con salida en Beasain y llegada a Markina-Xemein, salpicado de subidas puntuables y un duro muro a poco de meta. Esta vez a 10 kilómetros.

Ese muro, considerado de Primera, es el Alto de Izua, una de las caras que lleva al Santuario de Arrate, subida icónica de esta carrera. Un total de 3,5 kilómetros al 10,6 por ciento de desnivel y rampas de hasta el 20 por ciento. Enmedio, casi 2 kilómetros al 13,4 y una tremenda cuesta de 700 metros al 17 por ciento.

Previamente los corredores habrán calentado las piernas con vistas a esa pared definitiva en seis subidas mucho más livianas, todas de Tercera, en los dos primeros tercios de la jornada.

Ramón Orosa

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