El Heat saldrá este lunes (7:30 p.m. TV: FanDuel Sport Network SUN y Radio Mambí 710 AM) a la cancha del Kaseya Center en busca de romper la racha adversa de tres derrotas consecutivas enfrentando a los Hornets de Charlotte, uno de los peores equipos de la NBA, al que ya ha derrotado dos veces esta temporada.
El sábado el equipo de Miami sufrió una dolorosa derrota a manos de los Bulls de Chicago que le hizo caer al 9no lugar de la Conferencia Este, después de ir liderando casi todo el encuentro y haber sacado 17 puntos de ventaja a su rival.
Por primera vez el quinteto de la Capital del Sol está cinco juegos por debajo de .500 esta temporada.
Lo peor es que el Heat (29-34 ) se presentó a este partido con su quinteto de gala, pero el entrenador Erik Spoelstra prefirió jugar todo el último cuarto con Terry Rozier, quien no anotó ni un punto, amen de que su defensa también es pobre y dejó fuera a su centro Kel’el Ware, quien tenía 12 rebotes y que seguro era mucho más útil.
Miami perdió ese último cuarto 36-20, una vergüenza, y Chicago se llevó el juego 114-109, algo que el Spoelstra achacó al cansancio tras jugar dos noches consecutivas, pero en verdad como él mismo afirmó “no hay excusas”.
“Sentí que hubo algo de fatiga en ese último cuarto. Si hubiera podido darles un poco más de descanso en algún momento durante el juego, creo que hubiéramos tenido suficiente impulso para terminar”, declaró el técnico.
“Así que tengo que hacer un mejor trabajo para este equipo”.
Spoelstra señaló que la falta de acierto a la ofensiva fue lo que perjudicó a la defensa en este fatídico cuarto.
“Tuvimos algunas oportunidades muy claras, ciertamente algunos triples muy desmarcados que podrían haber extendido la ventaja, pero esos tiros fallados afectaron nuestra determinación y compromiso defensivo”, comentó Spoelstra.
“En el otro extremo, no es que hayamos sido horribles defensivamente. Los mantuvimos bajo control la mayor parte del juego, hasta esos seis minutos. La ofensiva afectó a nuestra defensa. Hubo tiros fallados, muchachos fuera de ritmo y un puñado de malas decisiones cambiaron el impulso y no tuvimos esa determinación necesaria”.
Es cierto que Miami no tuvo una brillante ofensiva, pero también la rotación fue muy mala.
El Heat disparó para un 42.3 por ciento de efectividad en los tiros de campo (30.2 % en triples) y anotó solo 14 de sus 19 tiros libres.
Bam Adebayo y Andrew Wiggins fueron los mejores anotadores del quinteto de la Capital del Sol con 22 puntos cada uno. Los escoltaron Tyler Herro con 21, Rozier con 15 y Duncan Robinson con 12.
Todavía le quedan tres de los cinco juegos consecutivos en el Kaseya Center y para Miami es prioritario no solo mejorar a la ofensiva, sino la mentalidad para no dejarse remontar ventajas de dos dígitos, principalmente en el último cuarto.
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“Esta es una oportunidad para que todos nos enfrentemos a nuestros demonios para superar esto. Esto no es algo que sea cómodo para ninguno de nosotros”, afirmó Tyler Herro.
Miami ha perdido ocho partidos esta temporada, después de haber estado ganando por 15 o más puntos y 12 por más de 10, la mayor cantidad en su historia.
“Si supiéramos que hacer, lo haríamos. No estoy seguro de cómo superar el obstáculo en este momento”, indicó Herro.
Ganar este lunes es primordial para el Heat que parece volver a estar destinado a jugar el play-in (torneo de repesca).
Los Hornets (15-48) se antojan como el equipo ideal para resurgir sobre todo si no juega LaMello Ball, quien tiene un tobillo lesionado.
