En 2001, cuando Ichiro Suzuki llegó a Seattle y se convirtió en una estrella instantánea al cautivar a una ciudad y ayudar a su nuevo equipo a ganar un récord de 116 juegos en la Liga Americana, se adaptó a su nueva vida casi de inmediato, en gran parte porque ya había estado con el club un par de años antes, durante una petemporada.
Décadas después, en una retrospectiva de esos primeros días con el uniforme de los Marineros, el japonés, ahora miembro del Salón de la Fama y con 51 años, dice que sigue entregándose a este deporte en cada oportunidad.
Y el veloz primer bate está más que agradecido por los lazos que existían entonces entre Seattle y su club anterior en Japón, Orix Blue Wave.
“Esa relación completa, antes incluso de venir a Seattle en 2001, ya estaba allí, esa relación ya estaba establecida”, dijo Suzuki el viernes, en una llamada organizada por el Salón de la Fama.
“En 2001, cuando vine, no sentí que ésta fuera la primera vez que estaba en Estados Unidos jugando béisbol porque ya tenía esa experiencia y esa conexión con los Marineros. Así que fue un gran comienzo venir a Seattle. Y obviamente, tener la temporada de 2001, poder jugar frente a los grandes fanáticos aquí y tener una temporada tan grandiosa fue de verdad el inicio de una gran carrera aquí en Seattle”.
Continuaría ganando los honores de Novato del Año y Jugador Más Valioso de la Liga Americana bajo las órdenes de Lou Piniella durante esa emotiva temporada —cuando los ataques terroristas del 11 de septiembre moderaron la celebración del título de la División Oeste de la Liga Americana apenas más de una semana después.
Los logros hicieron que el pago de más de 13 millones de los Marineros a Orix por los derechos de Ichiro fueran una inversión para la historia.
Suzuki valora tanto la historia del béisbol que hasta el día de hoy ha realizado viajes previos a Cooperstown, Nueva York, para honrar a los jugadores que marcaron la diferencia mucho antes de que él dejara su huella duradera en todo el mundo.
Ahora es su turno de ser consagrado en el Salón de la Fama, su momento para dar un discurso sobre una brillante carrera en el béisbol que lo llevó de Japón a las Grandes Ligas y mucho más allá. Suzuki estará junto a los lanzadores Billy Wagner y CC Sabathia para ser honrado en la ceremonia de inducción del 27 de julio.
Considera que es una responsabilidad, quizás incluso un llamado, para seguir difundiendo el mensaje sobre el béisbol a lo largo de los años.
“Podemos jugar este deporte gracias a los peloteros del pasado”, dijo.

