La práctica del baloncesto adaptado busca consolidarse en Bolivia con un mensaje de inclusión y superación, y la vista puesta en competiciones internacionales, para lo que se promueven iniciativas como el reciente encuentro del entrenador estadounidense Peter Hughes con la selección femenina de esta disciplina.
Hughes llegó a Bolivia a través de la iniciativa ‘Sports for all’ (Deportes para todos), del programa Global Sports Mentoring de Estados Unidos, para compartir su experiencia como entrenador, explicó a EFE la directora Municipal de Deportes de La Paz, Carmen Pozo.
Durante la visita se buscó conocer cómo Hughes motiva a su equipo y cómo lograr que «el deporte sea importante en la vida» de las personas con discapacidad, indicó Pozo.
«El deporte es una de las herramientas fundamentales para salir adelante. Además, el deporte es inclusivo, todos tenemos derecho al deporte», remarcó.
La visita del también actual director del Programa de Deporte Adaptado de la Universidad de Arizona incluyó un encuentro y una práctica con las jugadoras de la selección de baloncesto en silla de ruedas y charlas con niños y maestros de educación física, entre otras actividades.
Hughes contó a EFE que hace 34 años comenzó como entrenador de fútbol americano y desde hace 25 juega y dirige equipos de baloncesto adaptado, con dos títulos nacionales logrados con el equipo femenino de la Universidad de Arizona.
«El deporte es para todos. Todos necesitamos la oportunidad de aprender lecciones de vida en un entorno seguro, establecer metas, desarrollar confianza, trabajar con personas, estar en buena forma física y mentalmente fuertes, y tener interacciones sociales», mencionó.
Al ver que las personas con discapacidad a veces no tienen las mismas oportunidades que el resto, decidió «viajar por el mundo» para participar en eventos como el organizado en Bolivia «para que otras personas se apasionen, para encender el fuego» de la práctica del deporte adaptado.
Sin límites
El baloncesto adaptado tiene básicamente las mismas reglas que el regular, con la diferencia de que a cada jugador se le asigna una puntuación entre 1,0 y 4,5 según el grado de su discapacidad y debe botar o pasar la pelota tras dar dos impulsos a su silla de ruedas, que está optimizada para facilitar su desplazamiento en la cancha.
Hughes compartió con las jugadoras bolivianas algunas técnicas de desplazamiento, movimientos para avanzar con el balón, bloquear y marcar al rival, previa charla para alentarlas a continuar.
Entre las recomendaciones, el entrenador mencionó que la diferencia que hay con un atleta paralímpico es el manejo de la silla de ruedas. «Si practican sus habilidades con la silla, su juego mejorará», les dijo.
Una de las participantes fue Berenice Gutiérrez, una jugadora de 18 años de la selección boliviana, proveniente de la región central de Cochabamba.